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Iniciar una conversación sobre salud y bienestar mental a menudo se siente como meterse en una piscina fría. Puede entrar de puntillas, temblando a cada paso y luchando contra el impulso de retroceder, o sumergirse de lleno. Asumiendo esta última postura, nos sumergiremos directamente en la discusión de consejos prácticos y recursos para autogestionar la salud mental en la profesión de abogado.

Para servir mejor a nuestros clientes, es esencial que prioricemos nuestro propio bienestar. Un abogado sano es un defensor más eficaz, capaz de aportar claridad, energía y una mente más aguda a cuestiones jurídicas complejas. Por lo tanto, no nos detendremos en las inquietantes estadísticas de depresión, ansiedad, abuso de sustancias y autolesiones que afectan muchos abogados. En cambio, nos centraremos en estrategias para mejorar la salud mental en el lugar de trabajo, controlar el estrés y la ansiedad, y explorar el apoyo disponible para los abogados.

1. Tener la discusión en el lugar de trabajo

La estrategia universal para discutir la salud mental en el lugar de trabajo no existe. Sin embargo, uno de los mejores puntos de partida es estar disponible para la conversación. Esto se puede iniciar a través de diversos medios, como organizar talleres de salud mental, crear espacios seguros para discusión o incluso iniciar reuniones con una breve verificación del bienestar de todos. El liderazgo juega un papel fundamental aquí; cuando los gerentes y abogados con señoría discuten abiertamente sus propias experiencias con la salud mental, se puede reducir significativamente el estigma y alentar a otros a compartir y buscar ayuda. Además, establecer protocolos claros de confidencialidad en estas discusiones garantiza que los empleados se sientan seguros al hablar de temas tan personales.

2. Manejar el estrés y la ansiedad

Trabajar en el campo legal a menudo significa lidiar con problemas serios que pueden tener enormes implicaciones en la vida de otra persona. Con frecuencia tenemos que hacer malabarismos con estas responsabilidades mientras balanceamos los plazos jurídicos, la dirección de nuestra práctica legal y nuestra vida personal, lo cual puede conducir al estrés. Manejar el estrés es una cuestión de encontrar lo que funcione para usted, pero aquí hay algunos consejos.

Primero, establezca y haga cumplir límites personales. Es aceptable que usted no esté disponible. Reconozca los momentos en los que el trabajo comienza a invadir demasiado su vida personal y establezca límites para proteger su tiempo y su bienestar mental. Esto podría significar establecer horarios de trabajo específicos, optar por no responder correos electrónicos durante las noches o los fines de semana, o programar descansos regulares durante la jornada laboral para relajarse.

En segundo lugar, gestione activamente su carga de trabajo para evitar el agotamiento. Esto podría implicar mejores prácticas de gestión del tiempo, delegar tareas cuando sea posible y establecer expectativas realistas con colegas y clientes sobre los tiempos de entrega y la disponibilidad.

En tercer lugar, cultive una red de apoyo tanto dentro como fuera del trabajo. Esto puede incluir colegas que comprendan las presiones del trabajo, así como amigos y familiares que puedan ofrecer apoyo emocional. Compartir sus preocupaciones y tensiones con los demás no sólo puede brindarle alivio sino también ayudar a generar soluciones que quizás no haya considerado.

3. Recursos para abogados

El programa Texas Lawyer’s Assistance Program, como se mencionó, es un recurso fantástico. Además, considere explorar organizaciones nacionales como la Comisión de Programas de Asistencia a Abogados (CoLAP) del Colegio de Abogados de Estados Unidos (American Bar Association). CoLAP brinda apoyo, recursos y defensa para mejorar la salud y el bienestar de abogados, jueces y estudiantes de derecho.

Los colegios de abogados locales también suelen tener comités o secciones dedicadas al bienestar de los abogados donde se puede encontrar mentoría y apoyo de pares. Establecer contactos con otras personas que puedan estar enfrentando desafíos similares puede resultar increíblemente beneficioso.

Estamos en esto juntos.

En última instancia, crear un ambiente de trabajo de apoyo implica esfuerzos tanto individuales como colectivos. Los despachos de abogados y los departamentos jurídicos pueden contribuir fomentando una cultura que dé prioridad a la salud mental. Esto se puede lograr capacitando a los líderes para que reconozcan los signos de angustia, garantizando que su personal tenga acceso a atención de salud mental de bajo costo, brindando días de salud mental y promoviendo un enfoque equilibrado del trabajo y la vida.

Al procurar nuestra propia salud, podemos estar plenamente presentes y capaces de brindar el mejor servicio a quienes dependen de nosotros.

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